Bendita ciudad
y bendita mi suerte de saborearla.
Ciudad importante,
capital de nuestra vida.
capital de nuestra vida.
Aquella que nos define
porque la capital es al país, lo que corazón es al cuerpo.
Y yo,
quiero comprenderte.
quiero comprenderte.
Conocer tu ciudad y convertirla en la capital de mi vida.
Conocer cada uno de tus rincones,
aquellos donde hay felicidad
y aquellos donde te hiciste fuerte a la fuerza.
Conocer tus sueños y tus temores.
Conocer como son cada uno de tus barrios.
Aquellos bonitos y alumbrados,
donde viven tus sueños,
donde siempre he soñado viajar,
Y sobre todo, vivir.
También quiero descubrir tus zonas ajardinadas,
tus museos, tus hoteles y tus teatros,
zonas que la gente de fuera viene a visitar para conocer tus éxitos
o simplemente para permanecer (sólo) un tiempo contigo.
Conocer tu Distrito financiero,
Tu área central de negocios
donde están tus esfuerzos diarios,
tus ambiciones
y también tus logros.
Sin embargo, yo quiero más.
Quiero conocer tus suburbios.
Zonas donde el confort se rompe
y da paso a los miedos, a la oscuridad.
Distrito de criminales y bandas.
Una zona de rabia, llanto y sufrimiento.
Zona de fracasos.
Para actuar, para salvarte.
Para actuar, para salvarte.
No quiero mapas,
no quiero brújulas.
no quiero brújulas.
Quiero perderme en ella.
recorrer todos sus rincones, una y otra vez.
Recuerda, todos los caminos me conducen a tu ciudad,
recorrer todos sus rincones, una y otra vez.
Recuerda, todos los caminos me conducen a tu ciudad,
pero no quiero salir de ella.
Podría, pero no.
Podría, pero no.
Tu ciudad.
Mi faro en los días oscuros.
Tu ciudad.
Mi mundo.
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