domingo, 10 de abril de 2022

EL MAPA DE LAS PEQUEÑAS COSAS PERFECTAS


¿Cómo sabemos que hemos cometido un error sin arriesgarnos a cometerlo? 

La típica pregunta que te hago cuando me dices que la has liado. Eres tan cuerda que al final se te hace imposible deshacer todos tus nudos. Ya sabes, ante las dudas, elígete a ti ante todo, y por esa razón, no te quedes con las ganas de nada que lo malo que te puede pasar, es no conseguirlo por no intentarlo y, por eso, duele más quemarse con hielo. Tu que tienes cara de que contigo nada va a salir mal, tienes que empezar a apostar al rojo de tu pintalabios y, aprender que si se te corre algo, que no sea el rímel. Que eso ya lo tienes más que vivido. Debes empezar a no juzgar a los demás por no hacer por ti lo mismo que tu harías por ellos. Ahí, lo más sensato, es preguntarte porque lo haces tú. En el amor, de nada sirve forzar, y mucho menos forzarte. Que lo más importante es que te quieras tu bien. Que eres de acero inolvidable. Por esa razón, encontré el cielo en tu habitación cuando me abriste las puertas de tu paraíso. Que quiero que rompas la barrera del sonido con cada uno de tus gemidos, y que estos, se coman al ruido. No hay mejor skyline que tu cuerpo tumbado sobre mi cama, y por eso, los orgasmos de la vida los quiero contigo. Hace tiempo te dije que mis pecados tienen las fauces de una alma hambrienta, y hoy, te alientan a ti a seguir con esa filosofía. Que no te coman la cabeza, que te coman entera. Espero que te sigas cuidando como lo hacías cuando mejor estabas, cuando sonaban de seguido todas tus canciones favoritas en la radio, "sin playlist", y decías “buah, hoy me como el día”. Pues ahí, en esos momentos, cuando mejor te sientes, es donde reside tu felicidad. Esos que forman el mapa de las pequeñas cosas perfectas que te llevan a ti.

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