Una de las reglas es llevar siempre nuestras historias rebobinadas. Rebeldes sin causa, con ganas de romper las reglas. Con boli bic en mano. Nosotros que somos de lanzarnos a retroceder (en) el tiempo. Nosotros que somos más de piedra que de caminos llanos. Más de ron con hielo y con nosotros. Y yo, que no concebía un mundo sin tu mezcla, acabé olvidando mi boli bic en casa. Hasta que la cinta se acabó, se salió, y nosotros, también. Tu cinta está en mi cajón, archivando resacas de verano y recuerdos. A su lado, un boli bic, para cuando la morriña haga frente para enfrentarla a punta de tinta.
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