viernes, 18 de noviembre de 2016

EL HILO ROJO


CONEXIÓN. ¿TÚ Y YO? Quien sabe, tampoco me preocupa, piano piano. Recorrer el mundo o la habitación, con pasos o a besos. Ya sabes, sea como sea, pero que sea contigo porque eres ese tipo de persona con la que me perdería sin importar dónde.

Hay una leyenda oriental que narra que las personas que están destinadas a conocerse, están unidas por un fino pero irrompible hilo rojo. La creencia que se tiene en torno a esta leyenda es que nacemos conectados a un hilo rojo, que conecta a su vez con otra persona, aunque a veces con el paso del tiempo se enrede y se desenrede.

La leyenda del Hilo Rojo versa así:

"Hace mucho mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo.

Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente”.



Ahora bien, muchas veces intentamos aguantar con una persona o hacemos infinidad de cosas, que no queremos hacer, sólo por estar con esa persona que nos gusta. Sin embargo, como pasa con la ropa, si algo nos aprieta, o tenemos que hacer fuerza o coger aire para ponerlo, mejor aceptarlo y pasar, porque no es tu talla. Puede que esa persona no sea la indicada.


Nunca hay que dejar de Leer.

Recuerda que lo fundamental, es ser Feliz contigo mismo y con lo que haces. No dejes que nada te ate.

Vive!



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